La técnica de la Hipnosis siempre ha generado una controversia interminable. Pero lo cierto es que la práctica de la hipnosis es casi tan antigua como la humanidad y su uso ha llegado hasta nuestros tiempos. ¿En qué consiste esta técnica? Su definición es complicada, ya que es una experiencia subjetiva (como ocurre, por ejemplo, con el dolor).
A grandes rasgos, en el estado hipnótico se experimenta una modificación de la atención, de las percepciones sensoriales y del tiempo. Un artículo publicado en Nature Neuroscience, apunta que “la hipnosis produce un estado de atención muy focalizado, que minimiza otros pensamientos y sensaciones.”
Ahora, Vicente Femenía, un experto en Hipnósis y Comunicación No Verbal, ha relacionado ambos conceptos de un modo muy interesante para estas disciplinas. “Mediante la observación, análisis e interpretación de los movimientos corporales, expresiones faciales, gestos, murmullos o tics emitidos por el paciente de manera inconsciente durante el trance hipnótico, el clínico podrá ser capaz de valorar su conducta con el fin de evitar estados emocionales negativos que puedan perjudicar la terapia del paciente y conseguir guiarle hacia estados emocionales positivos y obtener así el éxito esperado en la misma.” Asevera el experto.
Las expresiones faciales son los indicadores emocionales más evidentes por los cuales los sujetos exteriorizan sus emociones, pero hay que tener en cuenta que un gesto nunca se analiza de manera individual, sino que se analiza en conjunto, teniendo en cuenta el contexto. Durante una sesión de hipnosis es de vital importancia que el clínico observe y analice el Comportamiento No Verbal del sujeto hipnotizado al que en hipnosis se denomina Conductas Ideomotoras.
Los movimientos musculares pueden ser independientes de los deseos y de las emociones conscientes. Las Conductas Ideomotoras son una forma de Comportamiento No Verbal que se produce de manera inconsciente; es una manifestación física y una experiencia mental; es decir, las reacciones inconscientes del cuerpo ante los pensamientos de la persona. Tienen su origen en el sistema nervioso autónomo o vegetativo, cuyos reflejos no necesitan ser aprendidos.
Estas conductas reflejan, por ejemplo, las experiencias internas del paciente en los niveles donde se busca el cambio, pueden usarse para facilitar la disociación, como profundizadoras del estado de trance, indicadoras de la disposición a responder, o como una forma de intercambio de información entre el terapeuta y el consultante.
Este análisis de la conducta no verbal sirve a dos propósitos generales:
1) Como inductor del trance, ya que requiere que el sujeto fije y focalice la atención, en forma de autoinducción.
2) Como profundizador de trance; el terapeuta puede preguntar al paciente si le gustaría o está preparado para profundizar el trance. Si se recibe una señal positiva, el terapeuta le dice al paciente que vaya más profundo hasta que el inconsciente esté satisfecho con el estado de comodidad y dé una señal positiva cuando haya alcanzado ese estado. El terapeuta puede utilizar después cualquiera de los otros acercamientos clásicos para profundizar el trance (levitación de la mano, cierre de ojos, bajar una escala, etc.) y usar la señal ideomotora para controlar la efectividad de cada procedimiento de profundización.
El clínico debería de tener suficientes conocimientos en Comportamiento No Verbal para poder interpretar y analizar las repuestas ideomotoras que tienen lugar en el sujeto mediante los Canales Expresivos No Verbales de la Comunicación durante la sesión de hipnosis. Para que esa interpretación sea eficaz es necesario se observe la totalidad del cuerpo del sujeto, las señales ideomotoras pueden tener lugar en cualquier parte del cuerpo, desde la punta de los dedos de los pies a la cabeza. Es importante fijarse en la rigidez y la flexibilidad de los músculos y articulaciones que indicara si el sujeto está viviendo una experiencia positiva o si por el contrario vive una experiencia negativa.
Las respuestas ideomotoras se producen mediante el cambio de rigidez en las articulaciones y en el rostro; un dedo de la mano que se mueve, un giro de cuello, una leve elevación de la punta del pie, elevación de los parpados, fruncir el ceño, movimientos de los labios, movimientos del mentón, etc. Estos movimientos son señales ideomotoras que el sujeto que se encuentra en estado hipnótico las realiza de forma inconsciente e
indicará al clínico si la experiencia que este está viviendo es una experiencia positiva o si por el contrario es negativa. La rigidez en alguna de las articulaciones o en alguna parte del rostro es indicativa de que el sujeto está viviendo una experiencia negativa. Por el contrario, si el sujeto presenta flexibilidad en las articulaciones y su expresión facial presenta flacidez, es indicativo de que el sujeto está viviendo la experiencia del trance de forma positiva.
Y como no… las expresiones faciales serán fundamentales para identificar las emociones básicas experimentadas (ira, asco, miedo, tristeza, alegría, sorpresa). Realmente la atención debe orientarse a la manifestación de microexpresiones faciales, movimientos involuntarios y automáticos de los músculos de la cara que proceden directamente del inconsciente y cuya duración es extremadamente corta, siendo casi imposible que se pueda producir esos movimientos perfectamente de modo consciente o que se puedan falsear, revelan el verdadero estado emocional de una persona, ya sea estando despierta o en estado hipnótico.
Al respecto, el experto apunta: “He dicho que es difícil detectar las microexpresiones a simple vista, pero no es imposible. Los conocimientos que adquirí sobre Comportamiento No Verbal, en los que se incluye el FACS, además de otras herramientas de gran importancia, me son de gran utilidad en las sesiones de hipnosis para evaluar el estado emocional del sujeto, tanto en la entrevista como en la terapia y posterior a la terapia. Según la información obtenida de su lenguaje corporal y facial voy dirigiendo al sujeto hacia estados emocionales positivos. Para ello es necesaria una observación constante del sujeto en estado hipnótico y no estar siempre pendiente del guion o script que se ha escrito para la sesión. El guion en hipnosis es evidentemente una valiosa herramienta de gran utilidad pero no debe ser imprescindible para la sesión.”
(FUENTE: blogs.20minutos.es)
No hay comentarios:
Publicar un comentario